31.5.04

oscuridad, amor y otras sandeces

"Estoy cansado de la oscuridad" dijo hace unos días un amigo, refiriéndose en términos exclusivamente musicales y que tenían que ver con el estilo musical que sonaba en aquel instante. Si bien lo que logró fueron risas burlescas de los presentes, a mí me queda dando vueltas desde ese día la frase. No porque sea trascendente o novedosa, sino porque creo entender perfectamente aquel sentimiento. Llega un momento en el que te das cuenta que lo que realmente necesitas son "amigos artísticos" que estimulen, que abran canales, no que los cierren y depriman. Es la necesidad cotidiana de la sonrisa, del gesto amable, del gesto de amor desinteresado. Una pieza musical, desde mi punto de vista, y de cualquier vertiente artística, debe poseer diferentes elementos que la hagan algo único, debe tener eso que se transforma en innombrable pero que te deja una sensación de satisfacción que nada te la quita. Tal vez por eso encuentro "inacabada" una persona cerrada musicalmente, políticamente o lo que sea. Debe haber espacio para la sorpresa, para la angustia, pero también para la alegría. De otra forma, no se puede vivir…¿o sí?

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