Tengo un mail que escribí a mí mismo. Lo escribí ayer y lo que dice ahí ya no lo recuerdo, pero es el producto de hechos, sentimientos y sensaciones. Lo único que recuerdo es que debo abrirlo en un tiempo más porque probablemente son cosas que me van a herir.
Tengo miedo de lo que escribí.
20.11.06
9.8.06
2.8.06
19.5.06
16.5.06
13.4.06
Corto
...
- ¿Y cómo está el Feña?
- Ahí está el borracho ése...
- Jajajaja.. y vo' no po'...
- ¿Sabís qué? Ando tan corto que no puedo emborracharme como desearía... así que sólo quedo raja cuando me invitan, jajajaja...
- Jaajaja... wena... oye, podríamos juntarnos esta otra semana...
- Ya po ¿te vai a rajar?
...
Historia tan corta y verdadera como mi billetera en estos días. ;P
- ¿Y cómo está el Feña?
- Ahí está el borracho ése...
- Jajajaja.. y vo' no po'...
- ¿Sabís qué? Ando tan corto que no puedo emborracharme como desearía... así que sólo quedo raja cuando me invitan, jajajaja...
- Jaajaja... wena... oye, podríamos juntarnos esta otra semana...
- Ya po ¿te vai a rajar?
...
Historia tan corta y verdadera como mi billetera en estos días. ;P
16.3.06
7.3.06
Los esquivos sabores de la vida
Dos cosas. Si usted se pregunta que pasó con este blog, la verdad, es que me da un poco de vergüenza a estas alturas mantenerlo o sólo admitir que tengo un blog. El hecho se parece a cuando te compras una polera y a las 2 semanas empiezas a verla por todas partes... cueando esto era una novedad, traté de interiorizarme al máximo por los blogs, a tal punto de meterme hasta en el código de este sitio, siendo un verdadero ñurdo en lo que a programación se refiere. Tanto es así que aún me complico para programar el despertador de la tele... Cuando veo en lugares y lugares cómo se llenan la boca con la moda de los blogs, o a intelectualoides alardear de su gran conocimiento de la blogósfera... empiezo a sentir olor a peo. Actualmente me he vuelto un lector de blogs, a través de un magnífico amigo, lo que por lo demás resulta mucho más gratificante que hablar con la muralla.
Como acostumbro, una cosa nada que ver: es bueno cuando las cosas que te apasionan resultan muy bien o simplemente bien. Así se encuentran los esquivos sabores de la vida.
Como acostumbro, una cosa nada que ver: es bueno cuando las cosas que te apasionan resultan muy bien o simplemente bien. Así se encuentran los esquivos sabores de la vida.
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