¿De qué se trata? Todos los días veo pasar la vida ante mí en bicicleta. Pedaleo y ella pedalea. No se detiene. En algún instante espero que se le reviente una rueda para meterle el bombín en la raja.
Los Furiosos Ciclistas no tienen nada de furiosos: son sólo poetas de poca monta. De todas maneras, se ven lindos en fila como canutos.
6.4.04
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario