26.4.05

Carta a Viviana, Junio de 2002.

Entrego mi vida (que es mi ocio)
¿para qué?
Me preocupan tus pasos, tus respiros, tus sueños…
Todas mis ganas no te importan y mi silencio es la sombra.

Tú haces lo que debes y yo debo lo que pago… (y te duermes)…

A veces siento que construyes tu casa, que soy el adorno de la cama que tu cuerpo perfecto rellena.

SOY LA ENSALADA DE APIO QUE ACOMPAÑA EL PESCADO FRITO CON ARROZ PRIMAVERA

Absurdo, me siento. Me siento, absurdo, lo siento, absurdo. Por cierto, absurdo - absurdo ± absurdo.

Resumiendo: estoy hecho un absurdo. No considere mis pataletas ni amurramientos absurdos. Que tenga un poco absurdo día. Se lo merece.